Atardecer en el norte del país. Estelí, Nicaragua

domingo, 27 de noviembre de 2011

HECHO DESDE DIFERENTES CASAS

Aunque tienen un año y medio con su propio negocio, Marcela Lagunas y Karen Ayesta han encontrado la manera de mostrar lo que ellas hacen y  otras mujeres realizan, a través del internet. Todos los productos realizados son “Hecho en Casas”.

Dos mujeres con más de una década de vivir en nuestro país, sintieron la inquietud de realizar trabajos,  comidas,  todo hecho en casas y por ellas mismas.  “Tenemos un año y medio de estar funcionando con la página web”. No obstante, la planificación ha llevado más tiempo. “La inquietud vienen de hace mucho tiempo. Mostramos lo que hacemos, también lo realizados por otras personas,  a través de publicaciones de fotos en la web”, relata Karen Ayesta, originaria de Canadá.

Primeros pasos

 “Hecho en Casas” nace con la idea de que el negocio en sí, sea todo en línea. “Primero contratamos a alguien para que nos diseñara la página. Y algunas lecciones para manejarla, porque, Karen es maestra en enseñanza del inglés para universidades, yo soy abogada, por lo tanto, no sabíamos cómo manejar una página web”, cuenta sus peripecias de cómo fueron los primeros pasos de su negocio Marcela Lagunas, nativa de México, pero vive en su Nicaragua adoptiva.

“Una vez hecha –la página web- empezamos a subir los catálogos y comenzamos a ofrecer nuestros productos”. El objetivo parecía sencillo, pero se trataba de trabajar mucho y conseguir a personas –colaboradoras-para tener más productos. “Y así, han surgido muchas personas que quieren que sus productos se vendan y se den a conocer. La página web era para eso, para darles oportunidad”, recuerda  Marcela.

Una empresa artesanal de comida y de arte

 “Hecho en Casas” está construido por variedad de productos y creaciones. “Tenemos bisuterías, galletas decoradas, pasteles, tarjetitas, velas decoradas y no está limitado a la lista que estamos haciendo, si alguien mañana se le ocurre algo particular también es bienvenido”, afirma Marcela Lagunas.
Todo el trabajo está hecho por mujeres unidas por afición o simplemente por interés y demostrar de lo que es capaz cada persona. “Cada quién tiene lo suyo, luego lo presentamos en la página. Cada persona tiene su especialidad y su tipo de crear las cosas. Si hay un hombre que haga algo similar también es invitado a incluirse a nuestro grupo”, manifiesta, Karen.

La primera prueba  en público de “Hechos en Casas” fue muy enriquecedora, pues lograron hacer una conexión con la gente increíble,  de esta manera comenzaron a hacer reconocidas públicamente. “Hubo un bazar navideño el año pasado organizado por un grupo de mujeres americanas, era para recaudar fondos, exclusivo para niños. Montamos nuestra presentación y tuvimos a 5 participantes –mujeres-  llamó mucho la atención, las galletas volaron (ríe), a partir de ahí la gente comenzó a conocernos y hacer pedidos”, recuerda Karen.

Marcela Lagunas aclara que fue efectivo ese día. “En nuestro stand  había muchas cosas, llamaba la atención, quedó bonito, por eso, se nos acercaba la gente. Fue algo bien positivo”.

¿Qué los distingue?

Éste negocio tiene algo curioso, las propietarias no tienen horario de oficina y no tienen un local o una tienda en donde puedan exponer sus delicias y sus productos materiales. Todo es hecho en diferentes casas. Entonces… ¿Dónde realizan su trabajo?

 “El trabajo de mercadear la página ella lo hace desde su casa y yo desde la mía. Contestamos los correos, lo pedidos, recetas y todo lo demás. Esa es la parte administrativa”, cuenta Marcela.
El nombre lo tiene bien claro todo es  hecho en casas, nada de local, ni empresa que contenga trabajadores en hornos o algo por el estilo. “El trabajo artesanal cada participante de “Hecho en Casas” lo hace desde su hogar. En cada casa alguien hace una cosa y luego, esto pasa como imagen para nuestra página web, que es donde se exponen nuestros productos”.

¿Cuál es la gastronomía utilizada? ¿Todo es nica? “Es muy variada. Si utilizamos productos de aquí. Por ejemplo, yo hago una cosa llamada “Quiche”, me han dicho que queda rico (ríe), pues yo lo hago, lo pongo ahí –página web-  y esperamos a quien le interese. No tenemos una gastronomía  definida, hay ingredientes mexicanos, nicaragüenses y  algunos más”, manifiesta Marcela Lagunas.

Entonces… ¿Cómo es el asunto para hacer un pedido? “Cuando yo hago algo que ya está listo, le tomo fotos y las incorporo en la página web. No necesariamente la persona va a comparar ese producto, desde luego se hace uno nuevo, y de acuerdo al pedido por supuesto”, agrega  Karen Ayesta.
No son 24 horas pero casi”

Cómo no hay horario de oficina, así que de todos lados y a cada momento se puede contestar una receta o un pedido. El control que le dan a sus redes sociales y pagina web para éste dúo de motivadoras está bien definido. “No son 24 horas pero casi (ríe), de donde esté y tenga conexión  abro mi computador, si alguien me comento sobre un pedido o una receta inmediatamente les respondo, sin importar la hora que sea.”   De esta manera, se ha propagado los números de clientes y es porque “Reciben una atención al momento”, aclara Marcela.
Un talento confortable

Todo el grupo de “Hecho en Casas” son personas que descubrieron su talento de acuerdo a lo que les gusta hacer, por lo tanto cada quien tiene su propio estilo. “Lo mío es la bisutería. Recuerdo cuando estaba en la universidad. Estudié en México, vivía recolectando aretes que hacían los artesanos en la calle; y ahora quién iba a decir que todo esto me iba a gustar e iba hacer de mi talento. Ya tengo 7 años de hacer esto y me encanta”, recuerda Karen.
En cambio Marcela tiene su propia perspectiva de describir su talento. “La mujeres llegamos aún momento en que nos sentimos más confortable y hacemos los que nos gusta. Y ahora, hemos tenido tiempo para dedicarle a las cosas que nos encanta que es hacer y crear cosas”.

“También tiene que ver la familia. Mi mamá siempre nos hizo la ropa y cocinaba. En mi casa jamás en la vida se compró una galleta todo era hecho en casas. Mis hermanas son creativas también hacen muchas cosas”, agrega Karen.
Principio: la parte dura de todo negocio

“Al principio obviamente al darnos a conocer no vendíamos mucho, ni la gente nos contactaba mucho, porque, los primeros pasos yo creo que son los más difíciles de cualquier negocio”.

Efectivamente, es difícil crecer en un negocio, pero con el tiempo se va edificando el futuro tanto del  negocio como el de la persona. De esta manera, la perseverancia es una de las principales cualidades de las propietarias, en ningún momento se atemorizaron a seguir a delante. “Llegamos a un momento que teníamos 4 meses y nadie comentaba ni compraba. Pero eso es cuestión de tiempo y de paciencia. Hay que esperar, porque el tiempo hace crecer las cosas”,

No se pusieron límites al comenzar en el mundo del negocio, se arriesgaron. Pensaron siempre en positivo, buscaron alternativas para llamar aún más la atención de clientes. “Comenzamos con la publicidad en la cartelera. Pero descubrimos y  no cabe duda, que la publicidad de Facebook es mejor. Es increíble, los fans que tenemos son clientes potenciales”, cuenta Marcela Lagunas.

“Me acuerdo cuando llegamos a los 15 “me gusta” hasta lo celebramos (ríe). Estábamos contentas, el número de personas estaba aumentando. Ganamos clientes fijos por medio de ésta red”, agrega Karen Ayesta.
La clave del éxito para este dúo de emprendedoras es conservar el entusiasmo.  Está claro que si uno tiene la fuerza y el interés de hacerlo lo logra. Pero se debe esperar para ver los frutos.

Ambas cuenta que es necesario realizar las ferias, de esta manera la gente las va conociendo, se dan  cuenta de la calidad de su producto, lo prueban, lo usan y se convencen.
Lo bonito de Hecho en Casas

“Son dos cosas. Primero, eventualmente esto sea algo más grande,  no es un trabajo de oficina, la conexión con los clientes y muchas personas nos contactan. Es un trabajo que lo hago en mi casa la mayoría del tiempo. Y no tengo un horario fijo. Segundo, la interacción con las personas en las ferias, vemos hacer nuestros frutos con nuestras propias manos”, manifiesta Marcela Lagunas.

Sin embargo, los beneficios son indiscutibles, hacen los que les gusta y las relaciones con las personas es satisfactoria y ver lo positivo que tiene el negocio es su pasatiempo.

¿Qué es lo que esperan de Hecho en Casas en unos dos años?
“Quiero verme en dos años con una cantidad enorme de participantes en la página web. También ver a todo el mundo comprar y hasta quizás tener un local”, anhela Karen.

“Más grande –muchas participantes-  con mayor movimiento de ventas. Una oficina en donde se atienda al cliente, puesto que pretendemos quedarnos con la tienda virtual”, desea Marcela Lagunas.
 La tarea es implementar e innovar cosas nuevas de calidad para mejorar el interés de los clientes y perfeccionar los productos que se van a realizar.

Esta experiencia, les demostró a estas empresarias que en Nicaragua si se puede lograr cualquier reto si se lleva perseverancia y dedicación por delante. No importa lo pequeño que  sea el negocio o los trabajadores, el compromiso es satisfacer y ayudar al desarrollo del país. Estas empresarias son el ejemplo vivo que, cuando expandes tus límites, expandes tu vida.

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