El uso de las redes sociales ha crecido enormemente en los últimos años hasta referirse en una comunicación por internet. Twitter y Facebook , con su estructura y poder de convicción han acaparado a miles de jóvenes a ser parte de su mundo virtual informativo y para muchos se vuelve un vicio atractivo que llama demasiado la atención.
Los jóvenes han aumentado al mismo tiempo que las redes sociales, se han ido fortaleciendo como una manera de comunicarse, de “encontrarse” con amigos, de expresarse, de jugar, en muchos casos sin la supervisión constante de sus padres (para los menores de edad). La causa es obvia, los adolescentes quieren conocer la tecnología, ir más allá de ella, conocerla mejor, de manera que se apropian de ella fácilmente. Les gusta pasar “chateando”, ver sus comentarios, subir fotos y miles de cosas que ofrece la red social.
Sí las causas a utilizar redes sociales provienen de la internet, entonces, las razones crecen a medida de que el joven o la joven encuentran motivos y crea una necesidad de hacer uso de éstas. ¿Será que los hace sentir en otro mundo, alejados de la realidad de sus problemas?
Hay que tomar en cuenta que Nicaragua ya no es un país tan seguro como antes, hoy día hay menos espacios públicos donde los jóvenes puedan encontrarse (parques, por lo general), y las redes sociales representan un lugar al que pueden “ir” sin necesidad de pedir permiso o buscar movilización (bus, taxi, etc.). Claro, hay cierta asistencia social en el hecho de subir una fotografía y ver que tus amigos la comentan, eso les encanta.
Muchos adultos creen que las redes sociales hacen a los jóvenes “menos sociables” en el mundo real, porque le dedican mucho tiempo a estar frente a la pantalla.
Este hábito, actualmente codicioso tienen ventajas y desventajas que los jóvenes aun no perciben o piensan que no son tan importantes. Desde luego se capta que la desventaja sería en la poca educación que se les da a los jóvenes, de los peligros de la red social, por ejemplo, -la más vista- demasiada información personal, desde el numero de celular hasta la dirección domiciliar. En otros países del mundo, se ha llamado la atención en esto, sobre todo en países donde el secuestro es una actividad delictiva muy común.
Twitter o Facebook son utilizadas para “seguir” fuentes de investigación, de información, sobre un tema que apasiona (cine, carros, televisión, deporte, etc), pero parece que los jóvenes no están utilizando las redes para esto, no están explotando todo el potencial que tienen, sino que las están utilizando sobre todo para entretenimiento, cuando generaciones anteriores nunca hubieran podido siquiera imaginar la cantidad de información que se tiene ahora.
El español emprendedor, Rafael Fernández Tamames asegura que “Las redes sociales están pasando de ser una moda a convertirse en realidades” Entonces hoy día nos encontramos cada vez más conectados con el mundo a través de las redes sociales.
Además de contagiar a miles de personas de corta edad dichas redes, el sistema de educación, el ánimo que los jóvenes tenían de estudiar y saber aún más, lo han opacado estas redes. Ahora, sólo llegan a casa, tiran las mochilas y aprisa van conectarse con el mundo virtual –ni hambre causa- para “actualizarse”.
Es por eso que carece el nivel de educación superior de los colegios y los jóvenes están cayendo en un vicio que les corta el avance de su lenguaje. “Si escribes así, es que hablas así; si hablas así, es que piensas así, y si piensas así, es que piensas como un mono” persevera el peruano Mario Vargas Llosa a esta problemática.
Desde luego sabemos, que éstas redes pueden influenciar daños en los jóvenes. Existe un peligro para los jóvenes en cuanto a no tener cuidado con su privacidad. Se han observado a algunos casos en que los adolescentes colocan cosas muy personales de su existencia, y eso podría tener una consecuencia en su vida personal y más tarde profesional.
También, se visto enlaces en donde han compartido casos de personas que los acosan con mensajes constantes, gente que ellos no conocen bien, y que incluso han llegado a obligarlos a cerrar sus perfiles. Es por eso, la Web no es un lugar 100% seguro, y eso hay que tomarlo en cuenta.En fin, el mayor riesgo de estas redes es el encuentro con contenidos nocivos o personas dañinas, puesto que la gente se relaciona de manera casi compulsiva. Hay que ayudar a los menores a desarrollar valores para usar la Red como ciudadanos digitales responsables, protegerse y cuidar de los demás. Los padres deben aproximarse a la tecnología para conocer esa parte de la vida de sus hijos. El uso seguro de internet debe estar incluido en el currículo escolar.
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