A como plantea nuestra
Constitución Política en el Título V de la Defensa Nacional, artículo 97,
expresa que: la Policía Nacional es un cuerpo armado de naturaleza civil. Tiene
por misión garantizar el orden interno, la seguridad de los ciudadanos, la
prevención y persecución del delito y los demás que le señala esta ley. Pero… ¿La
Policía Nacional es un ente íntegro? Por supuesto que no y además tiene
debilidades.
En este tema de corrupción que es
muy amplio y existe en todas partes del país, además en esta institución –Policía
Nacional-, vamos a posicionarnos en los agentes de tránsito, que son los
encargados de aplicar la Ley para el Régimen de Circulación Vehicular e
Infracciones de Tránsito, de día y de noche en todo el espacio terrestre de
Nicaragua.
Los agentes de tránsito se
encuentran en cada carretera, bulevar, semáforo, vuelta de una calle y un sin
número de sitios estratégicos que ellos se colocan para vigilar la circulación
de los vehículos y motocicletas. Pero quizás no nos detenemos para observar y
expresar la corrupción que existe entre todos estos agentes de tránsito, que
plantean su propia dinámica para perjudicar a las personas que conducen diario.
Aquí es la parte donde ellos
hacen de las suyas y la persona conductora es la afectada. Primero, comienzan a
detener a una horda de vehículos que
atrasan el tráfico, para consultar que porten sus documentos, eso está bien,
pero lo que no está bien es que no son agentes de tránsito los que hacen la
detención –mientras el verdadero agente de tránsito está bajo la sombra de un
árbol recostado a su moto, haciendo la mueca que está ocupado llenando papeles-
y estos, aprovechan para inventar que el
señor o la señora o el taxista hizo una invasión al carril contrario. ¿Cómo va
a saber la persona que maneja si ni siquiera está visible la línea amarilla?
Entonces… la señora o el señor y el taxista, por cuestión de tiempo y de no
caer en una multa -que desde luego no es válida- se prestan a darle para la “gaseosa”
o “mordida” al rufián de “tránsito”.
¿Será que el salario mediocre que
ganan estos agentes, es la causa de que en algún momento del día hagan sus
negocios ilegítimos? Independientemente de que ganen poco o mucho, deben asumir su trabajo bajo lo que se expresa
en la Ley y en la Constitución Política de Nicaragua.
La corrupción en los agentes de
tránsito radica ahora en sorprender al conductor y multarlo con una infracción
imaginaria o sino, negociar la “mordida” con el pretexto de poder almorzar,
cenar u otra cosa que se les ocurra en el momento. Ya la labor de ellos no es perseguir
el delito sino, buscar la manera de sacar un dinero extra con las y los
conductores que transitan a diario.
En las rotondas es otra
estrategia de multar. El cambio de carril es la excusa o trampa que tienen para
ejecutar una multa. Sin embargo, los agentes de tránsito hacen sabotaje en
algunos sitios de la capital. Los semáforos que no tienen la luz amarilla de
advertencia, sino que estos pasan de luz roja a verde de una vez son ventajas para
multas negociadas. También, en las esquinas que se supone que tiene que estar
un rótulo de ALTO, pero que ahora ya no está, es motivo de multa y también motivo
de accidente y esto podría dañar a terceros
u ocasionar la muerte por un accidente. Y esto, es deber de ellos
establecer y colocar las señales de tránsito a vista de todo vehículo. Sea
señalado esto como una debilidad que tienen.
Otra debilidad por parte de ellos
sucede en los departamentos. La persona que fue a pagar su placa para su vehículo
o moto demora mucho más del tiempo establecido. Aquí es una debilidad de ellos,
puesto que no sabemos si esa persona puede atentar contra la sociedad en robos,
asesinatos entre otras cosas y no existe una manera de identificarlo, porque no
lleva puesta la placa.
La corrupción que ocurre bajo los
agentes de tránsito ya no es sutil de ninguna manera. Se debería de controlar
este sistema de “dinero extra” por parte de un representante íntegro de la
Policía Nacional, pero eso está largo. La arma que se debe utilizar es cargar
con la Ley en la guantera del carro y demostrarle que antes de detener a un
vehículo deben de poner un cono 50 o 100 metros antes de donde está ubicado el
agente.
Desde luego, demostrarle de
muchas maneras que hacen corrupción y que son simplemente una basura como parte
de “nuestra protección de tránsito”.
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